Hubo muchos años en los que no se hablaba mucho de un campeón indiscutible en el boxeo. En los últimos años, sin embargo, se ha convertido en algo importante, ya que ha habido un repunte con 11 campeones indiscutibles desde 2017.
Uno de los combates por el título indiscutible más importantes que se podían hacer era el de Artur Beterbiev (21-0, 20 KO) contra Dmitry Bivol (23-1, 12 KO). Muchos clamaban por este combate, ya que el rey del nocaut, Beterbiev, se enfrentaría a un maestro de la técnica, Bivol.
El sueño de muchos aficionados se hizo realidad cuando ambos se enfrentaron anoche por la supremacía del peso semipesado (175 libras).
Fue un combate difícil de predecir, digamos al 50% en cuanto a si veríamos un nocaut de Beterbiev o una decisión para Bivol tras una gran actuación técnica.
En los primeros compases, Bivol mantuvo el ritmo y pareció tomar la delantera con su habilidad boxística, resistiendo la presión de Beterbiev.
El sexto asalto fue clave, ya que Beterbiev ejerció más presión y pareció perturbar a Bivol, que lanzaba y asestaba algunos golpes sólidos, pero sin efecto.
Tuve, a partir de la mitad, un empate a tres asaltos.
La segunda parte del combate fue un boxeo de gran calidad.
Vimos algunas diferencias en el juego de Beterbiev. No sólo utilizó la presión, sino también su fuerte jab y su trabajo corporal, lo que hizo que Bivol luchara.
También demostró que Bivol podía mantenerse en pie e intercambiar cuando fuera necesario. El combate no fue como muchos pensaban, pero fue un asunto tenso y de alto nivel.
Los asaltos del campeonato marcaron la diferencia. Hasta el noveno, tenía a Bivol con una ventaja de cinco asaltos a cuatro y el combate en juego en los tres últimos.
Beterbiev se sintió abatido, y aumentó el ataque y se mostró más implacable, ya que dio a Bivol menos tiempo para tomarse descansos y asestar sus golpes.
La presión constante pareció hacer que Bivol se desgastara, ya que sus movimientos se ralentizaron y parecía que la fatiga se había apoderado de él.
Bivol lanzaba, pero derribaba a Beterbiev y buscaba respiros en momentos puntuales. Parecía que los tres últimos asaltos fueron los que causaron la derrota de Bivol.
Se leyeron las tarjetas de puntuación y Beterbiev obtuvo una decisión mayoritaria de (114-114, 115-113, 116-112).
Yo gané 115-113. En mi opinión, los tres últimos asaltos fueron decisivos para Beterbiev, ya que todos los jueces los puntuaron de la misma manera.
Fue un combate muy reñido en el que ambos luchadores demostraron lo buenos que eran. La respuesta rotunda de los aficionados fue que había ganado Bivol y otros lo calificaron de robo.
Fue un combate reñido y no un robo, pero la tarjeta de puntuación 116-112 fue injusta para todos.
Cada luchador ha acogido con satisfacción la revancha, y cada uno de ellos ha reconocido el mérito de su oponente por su gran actuación.
No fue un combate apasionante, pero fue un buen combate de boxeo técnico y yo, por mi parte, no me opondría a volver a verlo.