Este pasado fin de semana, desde el Estadio Allegiant de Las Vegas, Nevada, y en directo por Netflix, ocurrió lo inesperado. Terence «Bud» Crawford (42-0, 31KO) subió tres categorías de peso para derrotar a Saúl «Canelo» Álvarez (63-3-2, 39KO) en 168 libras y hacerse con todos los títulos mundiales del peso supermedio. El megapeleo llegó hasta el final, con un juez a favor de Crawford, de Omaha (Nebraska), con una puntuación de 116-112, mientras que los otros dos dieron un resultado más ajustado, 115-113, a Álvarez, de Guadalajara (México).
Lo he puntuado 117-111.
Desde el pitido inicial fue evidente que Crawford, de 37 años, no sólo era más rápido de pies, lo cual era de esperar, sino que también mostraba unas manos más rápidas. Con Crawford subiendo de 147 libras a 168, con un rápido desvío a 154 libras en su último combate, la cuestión de que perdiera velocidad al ganar peso era una incógnita.
Respondió rápidamente.
Desde hace algún tiempo, Álvarez, de 35 años, se ha convertido en un acosador en su estilo, buscando atrapar a su oponente y asestarle un gran golpe. Este estilo es bastante contrario al que le hizo famoso, un contragolpeador natural con una defensa casi impecable. El único inconveniente que tuvo Álvarez durante gran parte de su carrera fueron sus pies torpes y el hecho de que tiende a cansarse en el último tercio del combate.
Esas deficiencias asomaron sus feas cabezas en su combate contra Crawford. Además de buscar sólo un golpe contundente, que quizá fuera la estrategia correcta al principio contra un oponente tan pequeño sobre el papel, a medida que se desarrollaba el combate se hizo bastante evidente que Álvarez no iba a ser capaz de contrarrestar la movilidad de Crawford y, como el mexicano continuaba siguiendo a Crawford por el ring en lugar de cortarle el paso, estaba claramente cansado poco después de la mitad de los 12 asaltos programados.
En el que posiblemente fue el mejor asalto del combate, el noveno, Crawford probó suerte y, lo que es más importante, su mentón y se enfrentó cara a cara con Álvarez. La defensa de Álvarez no brilló ante un golpeador más rápido y los golpes empezaron a llover como un monzón sobre el rostro de «Canelo». Tanto es así que, en elundécimo combate, la frustración de Álvarez por haber sido sorprendido con golpes con los que otros oponentes nunca habían marcado se hizo evidente en su enrojecido rostro.
Junto con la incertidumbre de si la velocidad de Crawford iba a ascender en las divisiones, su resistencia a los golpes también era otra cuestión. Aunque Álvarez no asestó muchos golpes a ras de la cabeza, sí asestó varios ganchos de izquierda al cuerpo, pero Crawford pudo sobrevivir a ese ataque, así como al de la cabeza.
Con la victoria, Crawford se convierte en el primer boxeador masculino que llega a ser indiscutible en tres divisiones. Lo consiguió en 140, 147 y ahora en 168 libras. La única otra luchadora que también lo ha conseguido es la invicta Claressa Shields, que actualmente ostenta todos los títulos en peso pesado.
No se puede negar que Crawford ha conseguido un logro sin precedentes, pero también están en la carrera por ser el actual rey de la libra por libra el campeón de los pesos pesados Oleksandr Usyk, que ha reinado el terror en su división, así como el japonés Naoya Inoue, que ha conquistado varios títulos de las 112 a las 122 libras, permaneciendo también invicto.
También se habla de que Crawford, con la victoria, ascenderá a uno de los 15 mejores luchadores de todos los tiempos.
Entonces, ¿qué es lo siguiente para Crawford? Es dudoso que vuelva a pelear en 2025, ya que durante décadas los luchadores de su nivel han peleado más de dos veces al año. La pelea más lógica para el nativo de Omaha sería la revancha con Álvarez. La pelea estuvo lo suficientemente reñida en las tarjetas de puntuación de los jueces como para hacerla interesante, y sería la pelea más lucrativa para él.
Tras el combate, Crawford mencionó la posibilidad de bajar a la división de 160 libras y buscar allí títulos, tal vez buscando unificar otra división más.
El futuro de Álvarez es un poco más complicado. Turki Al-Sheikh, jefe de Riyadh Season y Sela, declaró que el mexicano tiene programadas otras dos peleas contractuales con el gobierno saudí. La revancha es una opción, según Al-Sheikh, así como combates contra el invicto Hamzah Sheeraz, David Benavidez y el ganador entre Dmitry Bivol y Artur Beterbiev.
Otras reflexiones
-Este fin de semana también Naoya Inoue dominó al antiguo campeón Murodjon Akhmadaliev para defender todos los títulos en 122 libras. Tras el combate, Inoue declaró que le quedaba un combate más, probablemente contra el mexicano David Picasso, y que después se enfrentaría al también invicto Junto Nakatani en un enfrentamiento entre japoneses.
-En el mismo combate, el mexicano Christian «Chispa» Medina derrotó a Yoshiki Takei para hacerse con el título mundial de peso gallo de la OMB. Con esta victoria, Medina se convierte en el actual9º campeón mundial de México, uniéndose a Emmanuel «Vaquero» Navarrete, Eduardo «Sugar» Núñez, Issac «Pitbull» Cruz, Gilberto «Zurdo» Ramírez, Armando «Toro» Reséndiz, Rafael «Divino» Espinoza y Willibaldo García.
-El domingo por la mañana se anunció trágicamente que se había encontrado el cadáver del ex campeón mundial de dos divisiones Ricky «Hitman» Hatton en su casa de Manchester, Inglaterra. Conocido por su estilo agresivo, Hatton luchó contra los mejores de su división, como Kostya Tszyu, Manny Pacquiao y Floyd Mayweather Jr. Descansa en paz Hatton.