Dwayne Johnson aturde en La máquina de aplastar
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La máquina de aplastar
Dwayne Johnson cambia el glamour de Hollywood por la crudeza, metiéndose en el alma torturada del pionero de las MMA Mark Kerr. Este poderoso drama, dirigido por Benny Safdie
De la gloria a la adicción: La verdadera historia tras la fuerza muscular
Kerr, que en su día fue el rostro de PRIDE Fighting Championships, domina en el ring pero sufre profundamente fuera de él. La película no glorifica la violencia; la disecciona. Con Emily Blunt en el papel de la pareja de Kerr, The Smashing Machine se sumerge en la adicción a los opiáceos, la agitación de las relaciones y la desintegración emocional que conllevan la fama y los traumas físicos.
¿El resultado? Una narración centrada en los personajes que cambia los nocauts a cámara lenta por las consecuencias de la vida real. Desaparece el mito del luchador invencible, sustituido por un hombre que no puede luchar contra sus propios demonios.
La visión de Safdie + la transformación de The Rock = rumores de Oscar
La decisión de Safdie de abandonar su característico estilo caótico permite una inesperada quietud emocional. ¿Y Johnson? Ofrece una interpretación que define su carrera, transformándose de superestrella mundial en trágico antihéroe. Su dedicación, tanto física como emocional, ha suscitado serios rumores de Oscar tras el estreno de la película en el Festival de Venecia.
Para dar más peso a la historia, el verdadero Mark Kerr hace un breve cameo, que consolida la arraigada autenticidad de la película. No es sólo una película: es un ajuste de cuentas.
El veredicto
La Máquina de Aplastar no trata sólo de MMA. Trata sobre el precio de la gloria, la ilusión del control y la inquietante soledad de la que ni siquiera los campeones pueden escapar.
Luchar nunca había parecido tan humano.